
La emotiva historia de Lila, la perra de un edificio de Villa Crespo: figura en las expensas y los vecinos se turnan para cuidarla
En el corazón de Villa Crespo, un edificio cobra vida con la presencia de una inquilina única: Lila, una perra de 12 años que logró conquistar los corazones de todos sus vecinos. La “inquilin...
En el corazón de Villa Crespo, un edificio cobra vida con la presencia de una inquilina única: Lila, una perra de 12 años que logró conquistar los corazones de todos sus vecinos. La “inquilina” llegó desde un refugio con pocos meses de vida en julio de 2011 y, ahora, su fascinante historia comunitaria se convirtió en un fenómeno viral, gracias a la usuaria @yclari, quien compartió todo en su cuenta de X.
“Vengo de una reunión en un edificio que tiene una perra. El edificio la tiene. O sea, en las expensas vienen sus gastos y vive en la escalera y tiene muchos dueños que la cuidan y pasean. Y hay un cuadro de ella al lado del ascensor. Desmayada”, escribió.
Cada vecino del edificio, aparte de encontrársela en los pasillos y saludarla, contribuye para garantizar su bienestar y aporta en la provisión de alimentos como en otros cuidados necesarios. Igualmente, se organizan turnos rotativos entre los vecinos para pasearla y bañarla.
La publicación alcanzó más de 130 mil e gusta y generó numerosos comentarios que pedían una foto de Lila. Hubo una pequeña confusión que fue necesario aclarar: la “desmayada” fue la autora del tuit, no la adorable perrita.
La perrita tiene tres camas en los descansos de la escalera, pero elige dormir donde le place. Disfruta explorar en el jardín del edificio y, en ocasiones, decide quedarse con alguno de los vecinos.
“Cuando realmente quiere entrar a un departamento, rasca las puertas y siempre encuentra quien le abra. Los días de tormenta, duerme en casa”, escribió @andresmarks, quien expresó que suele salir a pasear con ella casi a diario. Asimismo, destacó que su comportamiento es impecable y extremadamente amigable con los niños.
“Duerme como cerdo todo el día. Tiene un jardín enorme donde corre y gasta energía (y además, tiene 12 años). Ladra muy poco y hace sus necesidades en el jardín y los mismos vecinos vamos y las juntamos, tampoco es tan complicado. Ella es feliz, nosotros también”, respondió el usuario en cuanto a cómo se distribuyen las tareas entre vecinos.
La historia de Lila motivó a numerosos usuarios a manifestar su anhelo de vivir en un edificio tan único, mientras que otros compartieron imágenes de sus propias mascotas comunitarias.