
Vivir en plenitud: una de las mejores decisiones que podemos tomar a fin de año
El fin de año suele ser la época en la que la mayoría de las personas realizan un balance de todo lo vivido en los últimos 12 meses y que ...
El fin de año suele ser la época en la que la mayoría de las personas realizan un balance de todo lo vivido en los últimos 12 meses y que es el resultado de las decisiones tomadas a lo largo del mismo. Y suele ocurrir que, muchas veces, sin ser demasiado conscientes de ello, elegimos entre A o B, entre B o C.
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Entonces, nos va bien en el trabajo, o nos va bien en la pareja; nos va bien en la salud, o nos va bien en la familia. Pero la mejor decisión que podemos tomar es colocar una “y”: Me va bien en el trabajo “y” en la familia, “y” en la salud. Es decir, que incluimos todas las áreas de nuestra vida.
¿Cómo logramos armonizar y sumar, en lugar de escoger entre una opción u otra? Es como si alguien nos preguntara: “¿Qué comida del día preferís tener: el almuerzo o la cena?”. ¡Todos queremos ambas comidas! Esta actitud implica que elegimos estabilizarnos y cuidar todos los aspectos que conforman nuestra realidad. ¿Por qué? Porque cada área de la vida potencia las demás.
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Ahora bien, para hacer esto, es necesario recurrir a la creatividad. Por momentos, tendremos que poner el foco en un área; y, por otros momentos, tendremos que atender otra que requiera toda nuestra atención. Podríamos compararlo con el equilibrio que se necesita al caminar sobre una soga.
Lo importante es tener muy presente, (sobre todo al fijarnos metas al cierre de un año y el comienzo de uno nuevo), que, en verdad, deseamos cuidar nuestro trabajo, pero también nuestras relaciones interpersonales, nuestra salud, nuestro tiempo de ocio y nuestra vida espiritual.
De esta manera, con el tiempo lograremos equilibrar nuestras fuerzas, sin agotarnos y sin descuidar ni desgastar ninguna área de nuestra vida, pues todas son (o deberían ser) igualmente importantes para vivir en plenitud.